A ratoescribir también se aprende

Queridos bocaditos de queso,
me tiemblan hasta las patitas de tanta emoción, ¡por fin ha llegado el momento de desvelaros mi último proyecto superratónico!

Cuando era un joven ratoncito como vosotros, soñaba con convertirme en un escritor de bigotes y escribir unas historias con mucha miga… de queso.

Sólo tenía un problema: en mi cabecita había muchas ideas, pero cada vez que me sentaba frente a la página en blanco, ¡todas esas ideas corrían a esconderse y no sabía por dónde empezar!

Luego, con los años, descubrí un truco infalible…

¿Queréis que os lo revele?

Veréis, basta seguir estos tres sencillos pasos…

Lo primero de todo es INSPIRAR profundamente, para relajaros y dejar correr libremente las ideas…

Una vez que hayáis decidido cuáles serán los personajes, sólo queda inventaros una HISTORIA, que podéis contar en primera persona o en voz de un narrador. ¡Ah, y no os olvidéis de firmar vuestro relato con el nombre de vuestro ratoavatar!

Cuando hayáis dejado salir todas las IDEAS, procurad ponerlas por escrito, sin excluir ninguna, y una vez hecho esto, escoged las que más os gusten y aquellas que más os apetezca escribir.

Llegados a este punto, ya queda muy poco para que podáis dejar volar la imaginación y empezar a escribir vuestro libro… Sólo os daré un último consejo: no olvidéis que, cuando se escribe un RELATO, hay algunos elementos indispensables para que vuestra historia sea verdaderamente ¡superratónica!

En primer lugar, es muy importante el ENCABEZAMIENTO o sea, la frase con la que comenzará vuestra historia: ésta debe despertar la curiosidad, llamar la atención del lector y estimular en él el deseo de seguir leyendo.

A continuación, es muy importante elegir unos personajes atractivos, quizás dándoles nombres que, de algún modo, den pistas sobre sus personalidades. Por ejemplo, ¿os acordáis del tío Milordo Zanzíbar? ¡Eso es, aquel al que apodaban "El piojoso"! ¿Verdad que os hace pensar inmediatamente en un ratón un poco… cómo decirlo… tacaño?

Procurad también escoger personajes que estimulen la curiosidad del lector, quizá contando alguna anécdota divertida y que describa su personalidad. Por ejemplo, podéis escribir una anécdota como ésta de Milordo: Milordo es tan roñoso que en invierno, en lugar de encender la chimenea, ¡coloca llamas falsas de papel rojo para que parezca que está encendida!

¿Qué os parece? ¿Verdad que os hace pensar en Milordo como en alguien muy pero que muy tacaño?

Tened en cuenta, además, que en toda historia ha de haber siempre un personaje principal, el PROTAGONISTA, arropado por los demás personajes, que le ayudarán a salir triunfante de las dificultades y problemas con los que se encontrará, y un ANTAGONISTA, cuyo papel es el de oponerse al protagonista.

Y esto es todo, ratoncitos míos, ¡ahora os toca a vosotros! ¡Huuum! Se me erizan todos los pelos de la emoción: ¡estoy seguro de que pronto me enviaréis unos relatos de rechupete!

Geronimo Stilton World
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