Las flaquezas de Geronimo inspiran simpatía: se sufre por él, se ríe con él y al final se disfruta con él, porque cada una de sus derrotas se acaba transformando en un éxito.
Con su forma de actuar y su capacidad para reírse de sí mismo, Geronimo Stilton transmite valores siempre actuales: la importancia de la familia, la posibilidad de vencer los propios miedos, la aceptación de los defectos de los demás, la importancia de la educación, la coherencia, la disponibilidad, la necesidad de estar abiertos a otras culturas, la curiosidad por aquello que no se conoce, el espíritu de colaboración frente al individualismo el individualismo, la paz en el mundo, la amistad, el amor, además de la solidaridad, la honestidad, la lealtad, la sinceridad, el respeto a los ancianos y aquellos menos capacitados.
Las historias de Geronimo Stilton están llenas de sorpresas y aventuras, pero sin caer en la exageración ni la vulgaridad. En sus historias no se hace uso de armas, violencia, alcohol, tabaco, juegos de azar, caza, violaciones de la ley, comportamientos peligrosos, racismo, magia, astrología ni comportamientos que se separen de la norma.
El comportamiento de Geronimo Stilton se basa n valores éticos universales, como la disponibilidad hacia los demás, el deseo de hacer el bien, el esfuerzo por crecer y mejorar. Además Geronimo está siempre animado por un sano optimismo: nunca se deja desanimar por una situación adversa. En un primer momento, quizás se sentirá deprimido, incluso puede que casi desesperado. Sin embargo, este sentimiento no durará mucho y enseguida dará paso a la acción.
Geronimo Stilton vive en una sociedad multiétnica, basada en el principio del respeto a la diversidad. Además, Geronimo es muy respetuoso con la paridad entre hombres y mujeres, tanto en el ámbito social como laboral.
En algunos momentos Geronimo se siente víctima de las circunstancias desfavorables con las que tropieza. El trabajo lo absorbe completamente y se siente abrumado por la responsabilidad ante los compañeros y amigos, y ante su familia. Pero al final de cada aventura Geronimo tiene la sensación de estar en completa armonía consigo mismo y con el mundo, porque la vida es bella y él está contento de tener tantos amigos y una familia tan especial como la suya.
Geronimo enseña que la verdadera felicidad no está en desear aquello que no se posee, sino en saber valorar lo que se tiene. Hay que concentrarse en los aspectos positivos de la existencia y no en las inevitables carencias. La verdadera gratificación no está unida al placer efímero y ocasional, sino que deriva del uso de las propias energías para alcanzar objetivos positivos.
En sus aventuras, Geronimo Stilton siempre pone de manifiesto los horrores de la guerra y nos recuerda el auténtico valor de la paz. Sus libros quieren ser un recordatorio: es necesario tener siempre presente que el futuro que nos aguarda es hermoso. Su lema es: ‘¡En lugar de estar contra la guerra, apoya la paz!’
Geronimo enseña que afrontar los propios temores es siempre el modo más simple y directo de alcanzar la victoria. Las mejores experiencias son aquellas que nos demandan el mayor esfuerzo pero nos hacen crecer, estimulándonos a desarrollar nuevas capacidades. El verdadero valor no cosiste en no conocer el miedo, sino en afrontar y conocer los propios límites para tratar de trascenderlos.
Para Geronimo la familia y los afectos son el motor de toda su vida.
La familia representa esa caricia que puede devolverle la serenidad incluso en los días más oscuros.
No existe desacuerdo que no se pueda superar entre familiares o amigos, ni problema que no se pueda allanar.
Para Geronimo la amistad es un valor fundamental y para salvaguardarla está dispuesto a poner todo de su parte, superar todos sus temores y afrontar cualquier dificultad. Con frecuencia asume el papel de ‘héroe por accidente’, que desafía el peligro en nombre de la amistad.
Geronimo adora su trabajo y siempre dice: ‘¡Ah cómo me gustan los libros! Me gusta leerlos, hojearlos, olerlos: ¡me encanta el olor de la tinta fresca, del papel recién impreso! ¡Qué bello es el oficio de editor!’
Geronimo trabaja muchísimo y siempre está muy atareado. Pero lo hace con gusto, porque trabajar es su vida y se siente un privilegiado por poder hacer un trabajo que tanto le gusta.
Geronimo afronta su trabajo desde un punto de vista ético: pone su corazón en cada historia que narra, para infundir valor, optimismo y energía.
Un libro escrito con el corazón es diferente de los demás: es más bello, más auténtico, ¡es mejor!
La actitud de Geronimo frente a sus contrincantes nunca es el enfrentamiento violento, sino una competición limpia; esto es, con educación y respeto al otro. A menudo, considera los desaires de sus enemigos como una ocasión para poner a prueba su paciencia.
El término fantasía deriva del griego pahino, mostrar. Es la capacidad de la mente para inventar historias o situaciones fantásticas (sin lazos con la realidad, situaciones vividas o referencias concretas).
Es la fantasía que estimula a jugar, a ‘simular’, es decir, a inventarse grandes y emocionantes aventuras con los compañeros de juegos. No debe ser una huida del mundo real, sino una especie de viaje del que se regresa más completo. Quienes tienen fantasía saben mirar el mundo con ojos diferentes y son capaces de ver aquello que los otros no pueden ver, saben resolver los problemas abordándolos desde otro punto de vista, con creatividad, arrojo y optimismo.
El término ‘imaginación’ deriva del latín ‘imaginatio’/’imaginari’ (imaginar). Es la capacidad de visualizar cosas o situaciones partiendo de los estímulos de la vida cotidiana. Por ejemplo, si se lee un libro o se ve una película, se puede imaginar que se es el protagonista del libro o de la película. La imaginación es una cualidad que bien utilizada también puede ser muy útil para superar ciertas dificultades que nos pueden atemoizar como los exámenes, las competiciones deportivas, y los discursos ante el público… imaginarse a sí mismo en una situación positiva ayuda a tener más confianza en uno mismo, a ser más optimista y ¡a realizar sus sueños!
¡La magia sólo es una ilusión nociva! No existen varitas mágicas que nos permitan cambiar la realidad o transformar las cosas que no queremos aceptar. Desde siempre, el hombre ha buscado ayuda en la magia para resolver sus problemas… ¡pero la magia no existe! Los amuletos mágicos son inútiles, las fórmulas mágicas no funcionan… y las brujas, magos, hadas, duendes, gnomos, ogros y gigantes existen sólo en las fábulas y sólo podemos aceptarlos como protagonistas de los cuentos.
En el reino de la fantasía existen también los personajes malvados, como los ogros y las brujas. Representan el mal y son personajes antipáticos, ejemplos a no imitar, porque son infelices y nunca se salen con la suya. El bien triunfa siempre sobre el mal, aunque no siempre podamos comprobarlo.
Geronimo no es un héroe, no es deportista ni musculoso, tiene miedo de casi todo. Pero, a pesar de ello, al final sale siempre victorioso, logra alcanzar sus metas y resolver las situaciones difíciles que se le presentan. Esto, gracias a su sentido del humor, a la capacidad de ver el lado positivo de las cosas y gracias, ante todo , a la ayuda de sus amigos.
Si te identificas con él por sus flaquezas, te sentirás más seguro de ti mismo: si ese alocado de Geronimo puede hacerlo… ¡también yo podré vencer mis miedos y superar las dificultades!
En este sentido se puede decir que el final feliz no es una ilusión, sino un mensaje de esperanza, porque Geronimo enseña a tener fe en el futuro, a no desfallecer ante la dificultad y a construir un futuro mejor.