Cuando faltaban pocos días para que se celebrase el Certamen de Serenatas de Pesadilla en el castillo de los Tenebrax, empezaron a ocurrir cosas extrañas: ¡incluso desapareció el valioso violín del conde Van der Viol! ¡Por mil mozzarellas, no había más que hablar, tenía que ayudar a la familia Tenebrax!