El extraño caso de la noche de Halloween

Queridas virutitas de parmesano,

Faltan pocos días para Halloween, la noche más terrorífica del año (ejem, menos para la familia Tenebrax, claro...) y las calles y tiendas de Ratonia, la Ciudad de los Ratones, empiezan a estar inquietantemente decoradas para la ocasión. De esto me di cuenta la otra tarde mientras me dirigía hacia el centro de la ciudad... la lluvia caía torrencialmente, los truenos resonaban y el viento soplaba furioso intentando arrancarme el paraguas de las patas... ¡Por mil murciélagos alados! ¡Temblaba como un flan de mascarpone!

Os preguntaréis, amiguitos, por qué salí de casa bajo semejante temporal. Ya sabéis que soy un ratón un poco miedica... Pero había quedado con mi querido sobrinito Benjamín, y no podía decepcionarle. Cuando llegué y me vio corrió feliz hacia mí y me abrazó. ¡Yo le di un beso en el hocico y se me pasaron todos los miedos! Tímido, me susurró algo al oído... ¡Lo que oí me dejó de pasta de boniato! ¡Benjamín me pidió que le ayudara a organizar una fiesta de Halloween para sus amigos! Por supuesto, no pude negarme y le propuse organizarla en mi casa. ¿Por qué no? ¡Podía ser incluso divertido! 

Así que nos dirigimos a la tienda de bromas más surtida de la ciudad, El ratón burlón, cuyo propietario casi consigue que me caiga de patas del susto que me dio con sus cachivaches. ¡Tiene de todo! Desde gelatina asquerosa con gusanos incorporados hasta arañotas peludas, pasando por murciélagos de goma con ojos fosforescentes y chillido incorporado. ¡Un horror, vaya! Benjamín se probó varios disfraces para su fiesta (a cuál más horripilante, debo confesarlo): que si de esqueleto, que si de momia, que si de fantasma... 

Cuando estábamos a punto de salir cargados con todas las decoraciones espeluznantes, algo me tiró de los bigotes... Miré hacia abajo y una destartalada calabaza me miraba con ojillos risueños. ¡Menudo brinco pegué! Pero enseguida lo reconocí: ¡Era mi amigo Metomentodo Quesoso! Resignado, le miré y me dijo que necesitaba mi ayuda para un caso muy misterioso relacionado con Halloween en el que un extraño personaje quería apoderarse de Ratonia y de todos sus habitantes... ¡No podía permitirlo! 

Si queréis saber cómo terminó la historia, no podéis perderos mi historia El extraño caso de la noche de Halloween. ¡Es una aventura para relamerse los bigotes!

Un superratónico abrazo

Geronimo Stilton